Dylan
Estábamos a punto de terminar.
Ella gemía con fuerza mientras yo me movía violento, y estaba a punto de acabar.
—Ahh... Ah.. Dylan—Ella gritaba mi nombre mientras llegamos al orgasmo.
Me recosté en la cama, mi respiración estaba agitada. Y mi mente me decía; Cobarde.
Apenas escuche el trancazo de la puerta despedí a Jessica, fue algo difícil no se quería ir pero logre hacerlo diciéndole que la llamaría luego. Pobre jamás volvería llamarla a pesar que folla rico.
No paraba de pensar en Cristina.
Quería saber cómo estaba. Si estaba molesta conmigo por haberla dejado en la empresa.
En mi mente solo estaba su cara, y pequeños fragmento del sexo con ella.
Fui a tocar para ver cómo se encontraba. Abrió. Verla así con esos ojos rojos marco de sufrimiento mi coraz
Dylan.En un sueño profundo quede.Al día
Cristina.Feliz. Me puse al llegar, me sentía como una niña pequeña al ver todos esos colores y sitios de comida. Me traslade a mi infancia cuando mis padres me traían aquí. La feria era increíble. Es decir, puestos de juegos, palomitas, atracciones mecánicas, gente feliz y amor en el aire era lo que se veía.
Dylan.¡No puedo creer que esto esté pasando! Era un momento tan especial, que no me importó confesarle a ella lo que siento. Dylan se puede ir a la mierda. Yo amo a Cristina y por este amor haré lo que sea. Nunca pensé que rompería la promesa que me hice cuando mis padres fallecieron "Juré; Nunca más sentir amor" Y a
Me desperté temprano y al lado de Dylan. Lo primero que hice fue pensar en la noche de ayer. Sonreí.Suspiré.
Termine de comer. Mire para los lados y no había nadie, ni nada que hacer. Sólo estaba la soledad y yo, como buenas amigas que somos.—Oye Leticia—grite apenas la vi pasar.
Dylan.Estaba revisando los documentos para el traspaso del dinero que le prometí a Liam. Cuando Cristina abre la puerta. Sobre salte, abrió tan brusco que me asusto.
Después de tener nuestros cuerpos juntos, Dylan cayó dormido y yo estaba a su lado acariciándolo. Un ángel. Eso parece en estos momentos. Suspiré. Así cualquiera diría que es el hombre perfecto, pero no, tiene el más horrible defecto ser posesivo.Lo miré y no pude evitar darle un beso en la mejilla, poseía un olor embriagante, bastaba respira
Llegamos a la mansión y todos los empleados estaban formados, apenas nos vieron entrar aplaudieron. Supuse que ya sabían todo. Vergüenza era lo que sentía en ese momento, pero al ver la sonrisa de Dylan, se me fue. Parecía que lo disfrutaba, por lo menos eso decía su cara.Abracé a todos y por último estaba Adam el cual se acercó a mí y co