Share

Capítulo 1228

Simón levantó de inmediato la vista y vio que eran Adelmo y la chica.

—¿Qué desean? — preguntó Simón con total indiferencia, aunque su mirada estaba llena de precaución.

Adelmo soltó una risa muy sarcástica y dijo: —Chico, esta vez no tienes a dónde correr.

Mientras hablaba, un hombre calvo apareció en escena, acompañado por una docena de hombres fornidos, rodeando la mesa de Simón.

La chica se sobresaltó un poco, pero rápidamente bajó la cabeza y se acurrucó.

Simón observó la escena con frialdad y dijo: —No tengo intención de huir y, además, están asustando a mi amiga.

Al oír esto, los hombros de la chica temblaron ligeramente.

Adelmo miró fijamente a la chica y luego a Simón, soltando una gran carcajada: —¡Jajaja, el mocoso y la mendiga hacen una pareja perfecta!

—Sería mejor que no dijeras cosas realmente tan desagradables, — replicó Simón con ira.

Adelmo rió aún más fuerte: —¡Jajaja, parece que no entiendes muy bien la situación!

El hombre calvo se pasó la mano por la cabeza, dio u
Locked Chapter
Continue to read this book on the APP

Related chapters

Latest chapter

DMCA.com Protection Status