Casi de inmediato, me hizo cambiar de opinión."No se equivoca, ¿sabes?", me dijo Liana, obviamente defendiendo las declaraciones de Marcus en nuestra discusión. "Mi hermano es frío y duro, pero no se equivoca. Hoy nos han atacado por tu culpa, porque se rumorea que nuestro Alfa está apareado con un
"Eso es lo que cuesta", respondió Liana. "Te estoy diciendo cómo conseguir lo que quieres. Mata a mi hermano. Y podrás irte. Pero por favor, hazlo mientras duerme. Porque el dolor de ver a su pareja matarlo nos seguirá".Sabía que no hablaba en serio, pero que dijera esas palabras me chocó."Sabes q
A la mañana siguiente, después de despertarme con la cama vacía y el desayuno ya a mi lado, supe que no podía permitir que esto continuara.Tenía que hablar con Marcus. Tenía que haber una manera de que esto funcionara para todos. No quería seguir siendo un prisionero aquí. Pero al mismo tiempo, no
Tuve que esforzarme un poco para oírle, pero había un trasfondo en su tono, algo feroz, peligroso, que prometía que aquello sería una batalla si contestaba mal. Pero yo sabía cuál era la respuesta equivocada, y sabía cuál era la respuesta correcta. Y sabía lo que iba a decirle."No", respondí con si
"Vale", asentí. "Puedo entenderlo".Había muchas cosas que necesitaba aprender sobre su mundo, y quizá lo primero no debería ser lo que obviamente era la manzana de la discordia entre nosotros. Simplemente me sorprendió saber que estas criaturas, y especialmente los Alfas, parecían tener estas incre
Marcus me dedicó entonces una sonrisa irónica."No muy diferente a ti, en realidad", dijo con una risa suave, pero se desvaneció rápidamente. "Pero a diferencia de ti, ella tenía la capacidad y la fuerza para hacerlo. Era una loba, una Luna, apareada con un Alfa. Sus guardianes no tenían ninguna pos
*Arealla*Mientras me alejaba del despacho de Marcus, recordando dolorosamente que yo no era más que algo con lo que él se demoraba, Liana vino y me alcanzó. Se acercó a mí, olfateó cerca de mi hombro y me aparté instintivamente."¡Eh!", objeté, ¿qué era eso?"Oh, lo siento", se disculpó un poco ave
"¿Qué? pregunté, con la confusión reflejada claramente en mi voz. "¿Me estás hablando a mí?"Marcus me miró como si acabara de perder unas cuantas neuronas, y no entendía por qué."No hay nadie más en la habitación", dijo Marcus con calma, pero pude oír que se mordía los dientes de atrás."¿Qué quie