Mala suerte

Afuera de la puerta, Luke, el asistente personal, escuchó la voz baja de su jefe y supo que estaba enojado. Rápidamente gritó, "Sr. Tate, te ayudaré a mover los objetos pesados."

Shawn, con el ceño fruncido, miró la puerta y luego de nuevo al esqueleto en sus brazos. Maniobró su silla de ruedas hacia la puerta y dijo: "Extiende tus manos."

Luke extendió obedientemente las manos.

Estando en la habitación privada de la Sra. Tate, no se atrevía a cruzar ningún límite y cuando asomó la cabeza, incluso cerró los ojos, evitando mirar adentro.

Ivy inicialmente quería decirle que no era necesario, pero al ver a los dos hombres jugando, decidió no decir nada.

Mientras Shawn colocaba el esqueleto en las manos de Luke, este último soltó un pequeño suspiro. "Es pesado", exclamó, y se preparó rápidamente para empacar la