Vender la casa

En este momento, Zedd se apresuró al lado de su abuela y la abrazó con fuerza. "Abuela, no llores. Cuando la abuela llora, me duele el corazón".

Sus palabras, tan dulces como perlas, estaban acompañadas de lágrimas sincronizadas rodando. La abuela y el nieto se abrazaron, llorando con desgarrador pesar.

Harry, por otro lado, se paró al lado de Amara, abrazándola. La comisura de su ojo echó un vistazo a Ivy en la esquina, y se dirigió en voz alta a los reporteros:

"Damas y caballeros de la prensa, Amara y yo éramos amigos de la infancia. En ese momento, mi padre había perdido tres millones en el juego, y para pagar la deuda, no tuve más opción que entrar en un matrimonio falso con Emma. Emma dijo que no tenía