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Capítulo 39
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La esclava odiosa del Alfa Capítulo 40
Danika reanudó su lucha. “¡Santo c-cielo...! No, él m-matará a Sally... Baski, ¡la m-matará! ¡No puedo dejar que eso ocurra! ¡Nunca podré soportarlo!”. Ella luchaba y lloraba y luchaba más. Sally comenzó a gritar de nuevo, y esta vez sonaba.... más agonizante.Con cada grito, Danika lloraba más fuerte y luchaba contra Baski hasta que la mujer finalmente la liberó o se arriesgaba a ser gravemente herida.“¡Danika! ¡No!”, lloró. Danika no podía escuchar, su corazón se rompía en su pecho. Con cada grito proveniente de la Corte Real, un pedacito de su corazón moría un poco más. Arrastró el perno de la puerta y abrió la puerta lo más que pudo, que no era mucho, pero servirá porque puede pasar por el estrecho camino.Ella dio el primer paso, solo para estrellarse contra una pared dura. No. No una pared. Un hombre. Un hombre que de repente llenó la puerta. Danika levantó sus ojos rojos y llorosos para mirar el rostro duro del Rey Lucien. Sus ojos no eran tan fríos. Estaba lleno d
La esclava odiosa del Alfa Capítulo 41
“¡Despierta, Danika! ¡Sally no te querría ver así! ¡Tienes que ser fuerte por ella!”, dijo Baski mientras salían del pasillo que dividía el palacio de la Corte Real.Mientras hablaba, vieron a Chad. Baski dejó a Danika y corrió hacia él, ella transmitió el mensaje del Rey.Los ojos de Chad se oscurecieron y su mano se apretó en un puño fuerte a su lado mientras Baski le contaba rápidamente todo lo sucedido.Pasó junto a ellas y se dirigió hacia la ruta de la Corte Real. Eso fue lo único que sacó a Danika de su trance. Ella se dio la vuelta y comenzó a correr detrás de él, decidida a ir con él. Ella tiene que ver a Sally, ¡tenía que hacerlo!Baski no perdió el tiempo tratando de detenerla. En su lugar, las dos siguieron a Chad. Hay otro camino que conduce al salón interior sin necesidad de pasar por el pasillo de la corte. Chad las guió a través de ese camino, sacando un manojo de llaves enorme del llavero a su lado, revisó las llaves y agarró una llave pequeña, la usó para ab
La esclava odiosa del Alfa Capítulo 42
El Rey Lucien miraba fijamente el pergamino frente a él. Estaba sentado detrás de su escritorio, su cabeza albergaba un gran dolor de cabeza.La ventana abierta revela el cielo nocturno. Es casi medianoche. La reunión en la corte había durado mucho tiempo. El pergamino contenía dos firmas. El Rey Zeba y el Rey Noir habían firmado la petición. El Rey Pesih quería pensarlo un poco. El Rey Moreh y Phillip se habían negado rotundamente.“¿Por qué querríamos erradicar la ley de presentación? ¿Por qué haríamos cumplir una ley por el asesinato injusto de los esclavos?”, Moreh estaba enojado. “No hay asesinato injusto cuando se trata de los esclavos. Son una suciedad. Basura. No hay forma injusta de deshacerse de la basura”.El Rey Lucien se frotó su cabeza adolorida, sus ojos se oscurecieron por la ira y los recuerdos hirientes. Moreh siempre ha sido un animal.Nunca podría olvidar.... lo que ese hombre le hizo cuando todavía era el esclavo de Cone.Afortunadamente, Zeba y Noir no es
La esclava odiosa del Alfa Capítulo 43
En la comodidad de su habitación, el Rey Lucien escribió notas sobre el estado financiero del mercado inferior de Salem y sus mejoras. Naturalmente, debería ser el Contador Real quien escribiera sobre esto, pero le había dado instrucciones al contador para que lo dejara. No era por una razón en particular, pero es una buena manera de agotar el cuerpo. Quién sabe, tal vez duerma relativamente bien esta noche. Consideró ir a la habitación de Vetta. Luego, descartó la idea, los libros financieros necesitan ser actualizados. Mientras escribía, los gritos de la joven llegaron golpeando su cabeza. Con cada garabato, su grito agonizante se elevaba en su cabeza. Y luego, había visto a Danika. Hoy, él vio a una Danika diferente. Vio a la princesa y vio a la esclava. No vio a la hija de Cone. Mientras escribía, su rostro estaba en el fondo de su mente. Su dolor mientras su antigua sirvienta personal gritaba detrás de la puerta. ¿Por qué le afectó tanto verla? Tal vez, es porque
La esclava odiosa del Alfa Capítulo 44
El médico vino varios minutos después y le dio otra dosis para dormir. También le dio dosis para la fiebre y dolor de cabeza. “¿Cómo está ella?”, preguntó Baski. El anciano dudó. “Ella está apenas resistiendo. Su cuerpo está sanando y espero por los cielos, que su mente también. Todavía no es seguro que salga de esto... Todas ustedes tienen que estar preparadas para lo peor-”.Danika levantó la cabeza salvajemente: “¡Sobrevivirá! ¡No diga eso, doctor! ¡Ella estará bien! S-Sally es una luchadora... Mi Sally es una luchadora.... e-ella estará bien! ¡Lo estará...!”, lloró muy fuerte.Baski la agarró y la abrazó contra su pecho impulsivamente. Danika se está desmoronando justo frente a sus ojos. Sollozo tras sollozo atormentaban su garganta mientras se hundía más en Baski.El tiempo pasó. El médico finalmente se fue después de dar algunas instrucciones. Había dicho que las dosis mantendrán a Sally profundamente dormida hasta la mañana o incluso el mediodía. Baski finalmente dij
La esclava odiosa del Alfa Capítulo 45
Coza empezó a azotar nuevamente su espalda ensangrentada.No reaccionó, pero pudo sentir su propia piel desgarrándose con cada golpe del látigo.Luego, sintió un peso encima de él. Declan había caído sobre él, protegiendo su cuerpo con el suyo. Declan tenía veintidós años cuando él tenía veintinueve años. Declan, que siempre ha sido ‘el niño bonito’, como les gustaba llamarlo los guardias. Les gusta meterse con él, pero Lucien siempre lo protegió. No importaba lo que tuviera que hacer para protegerlo. Lucien tenía muchas debilidades en su cautiverio porque se preocupaba por todo su pueblo, pero Declan era su mayor debilidad. Coza estaba furioso y empezó a azotar a Declan en su lugar. Los gritos roncos de Declan llenaban el aire con cada golpe del látigo, pero nunca se levantó.Lucien había intentado moverse... para proteger a Declan, pero no podía mover su cuerpo. Lucien siempre intentaba proteger a Declan tanto como Declan siempre intentaba protegerlo a él. Declan no era
La esclava odiosa del Alfa Capítulo 46
Danika se subió a la cama y se acostó en ella. Ella le dio la espalda, como siempre, con sus codos sobre la cama; ella apoyó la cabeza entre ellos.Ella trató de no pensar en lo que iba a suceder. Trató de no pensar en lo que había sucedido. Trató de no pensar en la Corte Real. Trató de no pensar en la condición de Sally. En cambio, ella apretó sus ojos con fuerza, escuchando el sonido ondulante de la ropa detrás de ella.Él dijo que no iba a contenerse. Y aunque esa advertencia le daba un susto mortal, ella lo deseaba. Ella lo necesitaba.La cama se hundió y el Rey Lucien apareció detrás de ella. La punta de su falo hinchado empujó hacia su abertura. Ella extendió sus piernas para abrir más, lo más abierto que podía, preparándose para recibir toda su longitud y circunferencia.Pero él retrocedió; en cambio, él presionó su mano sobre su sexo, ella se sorprendió cuando sintió la humedad del líquido tibio que él estaba presionando en ella. Él la estaba preparando.Él metió un ded
La esclava odiosa del Alfa Capítulo 47
Ella se quedó inmóvil al instante; su respiración irregular, el corazón en la garganta. Ella no podía ver nada.Cuando él la volteó con la espalda sobre la cama y ella gritó asustada. Pero, él simplemente se acostó encima de ella y empujó dentro de su cuerpo caliente y dolorido de nuevo.Danika estaba abrumada; ella no conocía esta posición. Él se puso encima de ella; ella sentía su cuerpo vestido cubriéndola.No, su cuerpo ya no estaba vestido; Danika se dio cuenta instantáneamente cuando su dedo tocó la piel desnuda de él. Él se quitó la ropa y el dedo inquisitivo de ella se encontró con la superficie dura y áspera de su estómago.Cicatrices. Con esos tres segundos de flexión de su dedo, ella los sintió. Tantas cicatrices.Luego, las manos de él tomaron las de ella y las levantaron por encima de su cabeza. Él reanudó la embestida en su cuerpo; su cuerpo grande y pesado encima del de ella.Ella gemía con cada embestida. Ella estaba rodeada por él. Las lágrimas llenaron sus ojos,
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