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Capítulo 32: Hombres hambrientos, criaturas hambrientas
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Punto de vista de MíaEl banquete continuó como lo hacen la mayoría de las cosas relacionadas con los sangre pura. Fueron largos y tediosos."¿Cuánto tiempo duran estas cosas?" Le susurré a Serin mientras un bostezo escapaba de mi boca. "Ellos sí saben que no pueden quedarse afuera mientras sale el sol, ¿verdad?"Serin soltó una risita e inclinó la cabeza hacia un lado mientras miraba a muchas de las personas que salían del edificio y entraban a los jardines para hacer Dios sabe qué. "A veces pienso que olvidan ese pequeño detalle sobre ellos mismos".Los dos vimos cómo dos hombres particularmente torpes chocaban entre sí. La escena continuó mientras ambos exigían una disculpa al otro para luego comenzar a pelear frente a la gran fuente en medio del jardín.Al final, los guardias tuvieron que venir y separarlos."Bueno", dije encogiéndome de hombros, "supongo que no sería muy triste si algunos de ellos se olvidaran y se alejaran durante el día"."Escu
La promesa vampírica Capítulo 34: La banquete
Punto de vista de Mía"¿Eres su hermano?" Pregunté sin aliento. ¿Era este el mismo hermano que había cambiado tan drásticamente el movimiento de Sol durante la reunión de ese día? ¿Era el mismo que a Serin tampoco parecía gustarle tanto?"¿Por qué?" preguntó el hombre desconcertado. "¿No ha hablado mi querido hermano sobre mi pequeño?" Sabía que era una broma, pero eso era exactamente. Sol se negó a hablar mucho sobre su familia o linaje más allá del hecho de que era sangre pura.Siempre había asumido que era porque no gran parte de su familia aún vivía, pero parecía que ese no era el caso en absoluto. No pude evitar sentirme algo desanimado por saber tan poco sobre la vida familiar de Sol.Pero claro… Él tampoco sabía mucho sobre el mío. Quizás parte de la razón por la que nunca le pregunté fue que no quería que él comenzara a hacer sus propias preguntas.Negué con la cabeza. "No, lo siento. Sol nunca habló mucho de ti. Como resultado, no sabía que eras su med
La promesa vampírica Capítulo 35: Una discusión acalorada
Punto de vista de Mía"No." Me reí. Me sorprendió lo honesta que fue la respuesta. De hecho, me encontré disfrutando de la presencia de Kyrin en lugar de odiarla. Tal vez fue porque era mestizo como yo. "Realmente estoy disfrutando de la compañía actual"."¿Es eso así?" Levantó una ceja mientras me miraba. Asentí hacia él. Kyrin era mucho más alto que yo, aunque no tan alto como Sol o Serin. Lo miré mientras sus ojos se levantaban de mi cara por un momento y se concentraba en algo detrás de mí.Antes de que pudiera mirar en esa dirección, suavemente tiró de mi brazo afuera y rodeó la casa nuevamente hacia los jardines. Confundido, le pregunté: "¿Adónde vamos?".Él se encogió de hombros mientras me acercaba más profundamente. "Pensé en quedarme aquí contigo y disfrutar del aire. Es mejor que estar ahí dentro con esos aburridos sangre pura, ¿no?"Asentí con la cabeza. Tuve que estar de acuerdo con él en eso. Si había algo que despreciaba más era la gran pomposida
La promesa vampírica Capítulo 36: ¿Confías en mí?
Punto de vista de SolSi hubiera tenido un latido, sabía que se habría detenido en seco con la forma en que me miraba ahora.Era la misma expresión que tenía cuando hablaba de su padre en ocasiones, la misma expresión de esa primera noche que la conocí cuando estaba siendo atacada por un vampiro asqueroso. Si hubiera podido vomitar todo lo que tenía en el estómago, lo habría hecho.La forma en que me miró, asustada y aterrorizada, me hizo sentir mal.Intenté acercarme a ella una vez que Kyrin nos dejó, pero ella no me prestó atención. Sus ojos miraban algo lejano y distante. Sabía que ella ya no estaba conmigo.Serin apareció sólo unos momentos después. La expresión de su rostro sólo afirmó que había hecho algo malo. Lo aparté de ella para darle algo de espacio y hablé en un susurro."Quédate aquí", le dije. "Cuida a Kyrin por mí y asegúrate de que no nos siga. ¿Puedo conseguir tus llaves?" Mi voz era frenética a pesar de la apatía que poco a poco iba inva
La promesa vampírica Capítulo 37: Sirvienta, no sirvienta
Punto de vista de MíaObservé con gran expectación cómo Sol enderezaba la espalda y su padre, Wrenan Montgomery, caminaba hacia nosotros. Un largo bastón negro estaba a su lado mientras despertaba a un anciano. Pero yo sabía lo contrario.Me permití aprovechar ligeramente mi lado vampírico. A través de eso, pude sentir el poder puro que poseía el hombre que tenía delante. Era viejo, muy viejo. Pensé que tenía al menos el doble de edad que Sol, pero algo me dijo que era mucho, mucho mayor que eso."Hijo", saludó mientras subía las escaleras hacia nosotros. "Veo que has traído a casa a tu pequeña mascota". Wrenan, para mi consternación, se paró directamente frente a mí mientras contemplaba mi presencia.Sabía que podía oler la sangre bombeando en mi corazón. El ensanchamiento de sus fosas nasales y sus ojos muy abiertos me lo dijeron. Sol ni siquiera se movió sobre sus pies. Sabía lo difícil que debió haber sido esta situación para él."Papá, ella es Mia Rivera".
La promesa vampírica Capítulo 38: Tía Luna
Punto de vista de Sol"¿Puedo usar tu baño?" Mia preguntó antes de que hiciéramos cualquier otra cosa. La dirigí a la habitación de mi infancia y al baño adjunto."Voy a comprobar algo abajo. Sal cuando hayas terminado". Ella me hizo un gesto con la mano para despedirme. Me encontré riendo mientras bajaba las escaleras.La sonrisa en mi rostro fue rápidamente reemplazada por un ceño profundo cuando noté la presencia de una mujer en la sala de la casa de mi antigua infancia. Cuando me acerqué, me di cuenta de que no era ninguna mujer sino la hermana de mi padre."Tía Luna", saludé sorprendida cuando la mujer se volvió hacia mí."Sol." Ella asintió con la cabeza a modo de saludo. Avancé para abrazarla amistosamente. "¿Dónde está tu Padre?"Incliné la cabeza ante la forma abrupta de la mujer de abordar los asuntos familiares. "Acabas de llegar, ¿no tendrás algo que…?"Agitó su mano frente a mi cara para despedirme y se sentó en uno de los grandes sofás.
La promesa vampírica Capítulo 39: Cosas humanas
Punto de vista de MíaLágrimas de ira llenaron mi visión cuando me di la vuelta del grupo de Sol y las dos mujeres en la sala de estar. Caminé por los pasillos y pasillos familiares por los que Sol me acababa de llevar antes.Afortunadamente, la puerta que daba al exterior conducía directamente al jardín en el que habíamos estado antes, y me encontré caminando hasta que finalmente me derrumbé. Las lágrimas que brotaron de mí no fueron causadas por las duras palabras de la mujer: fueron ardientes y enojadas.Estaba furiosa por algo, pero no estaba segura de qué era. Toda la noche rápidamente resultó ser demasiado para mí, desde las escenas en la banqueta hasta el flagrante prejuicio y racismo de la mujer alta de cabello negro que acababa de conocer.¿Quién era ella para decirme esas cosas? Ella ni siquiera me conocía. ¿Cómo podía atreverse a decir algo así?Una parte de mí se dio cuenta de que ella ni siquiera necesitaba una razón para escupirme esas palabras de
La promesa vampírica Capítulo 40: Ahora estoy bien
Punto de vista de Mía"¿Qué tal si vamos a la ciudad mañana por la noche?" Me preguntó Sol mientras subía al auto desde el asiento del conductor, y yo hice un ruido de inseguridad."¿Mañana por la noche?" Tarareé. "No lo sé... tengo un jefe que me tiene en un horario de trabajo bastante estricto. Aunque la mayor parte del tiempo, él simplemente, ya sabes, me arrastra a ver la casa de su infancia y cosas así".Miré a Sol por el rabillo del ojo y lo escuché soltar una carcajada ante mi rápido golpe. Asintiendo con la cabeza, salió del camino de entrada y comenzó a regresar a casa. Cuando revisé mi teléfono, me di cuenta de que faltaban menos de tres horas para el amanecer."Parece que tienes un jefe divertido". Puse los ojos en blanco ante sus palabras. Los dos nos quedamos sentados en un cómodo silencio durante unos momentos.El sonido del teléfono de Sol rompió el silencio. Vi cómo lo recogió y respondió. No podía decir quién era por teléfono ni de qué estaban
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