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"Tu marido, no me lo has presentado", comentó May.

"¿Eh? Mia se quedó de piedra.

"No te escandalices", continuó May, riendo. "Simplemente estaba en coma, no muerta. Así que sí, siempre oía todo lo que decías. Y los libros que me leías...". Sonrió cálidamente mientras hablaba.

Mia tardó un rato en recuperarse del shock. Oh.

Desde que su madre despertó, nunca habían hablado de Shawn, lo que hizo que Mia se sorprendiera cuando May lo mencionó justo ahora.

"Sé que fue un matrimonio de conveniencia entre vosotros dos, pero eso no le da derecho a maltratar a mi hija". La expresión suave de May se había transformado en un ceño fruncido.

Al principio, Mia parecía perdida. ¿De qué estaba hablando aquella mujer?

De repente, cayó en la cuenta. Recordó la última vez que visitó a su madre en el hospital, donde, antes de que se le abrieran los ojos, había derramado sus sentimientos, lamentándose de cómo Shawn había traicionado su confianza.

Al darse cuenta de esto, Mia se quedó atónita, sin palabra