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Como ya era tarde, Shawn pidió a Madam Susan que preparara una habitación para su cuñada. Mia, agotada por los agotadores acontecimientos y ayudada por la medicina de su marido, no tardó en sumirse en un profundo sueño.

A la mañana siguiente, Vivian se despidió de su hermana antes de partir. Sin embargo, antes de marcharse, sacó una carpeta de su vehículo y se la entregó a Mia en su dormitorio.

"Esto te pertenece", le dijo sonriendo. "Pórtate bien, ¿vale? Si necesitas algo, llámame y estaré allí en un segundo".

Mia devolvió la sonrisa a su hermana y ambas se despidieron con la mano.

Cuando Vivian salió del dormitorio y se dirigió a la puerta principal, se encontró con el director Shawn en el salón, tomando una taza de café.

Se inclinó y dudó antes de compartir sus pensamientos. "Director Shawn, quizá no lo sepa, pero una vez me salvó la vida dos veces". Le dedicó una pequeña sonrisa. "Creo que el destino nos unió, porque ahora, aquí estamos, suegros". Soltó una risita nerviosa.

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