Llamarada de gloria, mi Señor.

~PUNTO DE VISTA DE ZION~

Procedí al otro lado del auto para abrirle la puerta a mi esposa y luego cerré la puerta detrás de mí. Oré en secreto para que mi esposa nunca notara mi miembro erecto. Me deslicé en el coche después de abrir la puerta. Mientras me sentaba junto a Maya, sus dedos rozaron mis largos muslos. Tomé una respiración profunda y tragué. Su mano ya estaba enviando mensajes contradictorios a mi polla temblorosa, que ya se estaba sacudiendo en respuesta. Cuando la miré a los ojos, ella sonrió.

¿Está haciendo esto a propósito?

Lancé una mirada a Lucas, mi asistente. Se estaba riendo de mí porque yo era impotente y era plenamente consciente de que yo era duro, pero no se atrevió a decir nada al respecto. Los dedos de Maya se movieron ligeramente para tocar mi polla repentinamente hambrienta cuando Lucas encendió el auto. Sus palmas rozaron mi polla. Ni siquiera se molestó en mirarme a los ojos. Su cara estaba apartada de mí, su mano nunca dejaba mi muslo.

¿Cómo se atreve a