Share

Muéstrame esa cosita rosa, que me dio hijos

Punto de vista de Gabriela

No estoy seguro de lo que este hombre está haciendo, pero a la mierda, estoy en el juego. Empezó a desabrocharse la camisa justo antes de empezar a conducir. Mis mejillas comenzaron a sonrojarse. El calor que irradiaban mis mejillas llegaba hasta mi interior. No pude evitar frotar mis manos por todos sus cincelados músculos. ¿He añadido que este tipo sigue volviéndome loca hasta el día de hoy? Para ser sincera, no me arrepiento de la noche en que me enseñó a tener sexo en aquel hotel. Me miró con lujuria en los ojos mientras yo fijaba mi mirada en él.

—¿Piensas conducir sin camiseta?

»¿Puedes decirme cómo vamos a meternos en problemas con la camisa puesta?

»¿Qué está tramando, Sr. Hills?

—No has visto nada, ¿verdad? Nos vamos de viaje por carretera".

Me quedé con la boca abierta. Pisó el pedal del acelerador y se puso al volante. Dios, rezumaba una mirada feroz y voraz. Su cincelada mandíbula estaba tallada con una mirada de anhelo y necesidad. ¿Va a f
Locked Chapter
Continue to read this book on the APP

Related chapters

Latest chapter

DMCA.com Protection Status