Capítulo 40

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Cuando entraron en la casa, Xander ahuecó los ojos de Aoife en busca de otra sorpresa.

Abrió los ojos y vio que llenaba la casa de velas.

Xander la abrazó por la espalda mientras apoyaba la barbilla en su hombro.

—¿Cuántas sorpresas más? —Ella inclinó la cabeza hacia su rostro.

Él mordió suavemente su hombro, sosteniendo su mano en la suya.

Ella siseó un gemido cuando el cuerpo comenzó a reaccionar en su presencia de nuevo. Ya no son las palabras las que hablan. Fue el toque lo que encendió el calor en su pecho.

La piel de gallina y la respiración pesada se apoderaron de ella.

—Relájate, no haré nada que no quieras que haga. —Él la soltó y retrocedió.

Xander la deseaba tanto que quería que le gustara. Confesaron su amor; es hora de dar el siguiente paso.

Su cuerpo ansiaba por ella, pero no estaba seguro acerca de ella.

Ella era diferente a otras chicas que querían meterse debajo de él para pasar una noche agradable. Para ella todo son emociones y amor, y él esta