Capítulo 9: Una nueva luz

*Morgan*

Santa mierda. ¿Quién diría que ser mordido podría sentirse tan bien? ¿Por qué se siente como un orgasmo? Tal vez sea el hecho de que esto se siente mal, casi animal. O tal vez Shane no estaba mintiendo. Quizás él realmente sea mi compañero destinado. ¿Por qué si no se sentiría tan eufórico? ¿Por qué si no, que me muerda se sentiría mejor que cualquier otra cosa que haya experimentado?

Shane me mira. Maldita sea, nunca me había dado cuenta de lo largas que son sus pestañas rubias. Deja de morderme y levanta las cejas, levantándose para verme mejor. Creo que está esperando mi reacción.

Se ve tan guapo parado frente a mí. El sol se pone fuera de mi ventana y una luz suave perfila su figura. Está vestido completamente de negro, lo que luce maravilloso en contraste con su tez clara. Shane incluso se ve sexy con algo de mi sangre goteando por su barbilla. Es como si lo estuviera viendo bajo una luz completamente nueva. Ya no quiero decirle al resto de la empacadora que es su culpa que haya perdido mi casa.

Shane parece un poco avergonzado mientras se limpia la sangre de la barbilla.

“Ya vuelvo, cariño. Quédate tranquilo”, me dice.

Shane se va y cierra suavemente la puerta detrás de él. Me sorprende cuando siento que lo extraño. Todos mis viejos sentimientos de ira y resentimiento hacia él todavía están ahí, pero están eclipsados por mi atracción y conexión con él.

Si pudiera elegir pareja, habría elegido a alguien alto, rubio y fuerte, como él. Además, he visto a Shane interactuar con el resto de su manada, incluso con aquellos que no son sus amigos. Siempre es amable y paciente con ellos. Será un excelente líder, un verdadero Alfa.

Lo que es aún mejor es cómo trata a Tanya. La trata más como a una hermana pequeña que a la criada de la manada. Él siempre es cortés con ella y parece que aprecia todo lo que hace. Entonces me vino a la mente un recuerdo del otro día. Estaba perdido, deambulando por la casa (ésta es la casa más grande en la que he estado) y pasé por delante de un estudio con la puerta entreabierta.

Solo estaban Shane y sus dos amigos, Serena y Cain, en la habitación. Todos se reían incontrolablemente de algo que Caín había dicho. Me di cuenta de que son amigos durante la mayor parte de sus vidas y que se sienten realmente cómodos el uno con el otro. Fue lindo verlo de otra manera, verlo riendo y despreocupado.

Shane regresa a la habitación con las manos ocupadas. De alguna manera, cierra la puerta y le pone llave. Cuando la cerradura hace clic, un escalofrío recorre mi estómago con anticipación. Él se acerca y se sienta a mi lado en la cama. Se ha limpiado la cara y los dientes.

“¿Puedo vendar tu herida?” pregunta en voz baja.

Asiento con la cabeza. Sus hermosos ojos son casi hipnóticos.

Examina cuidadosamente mi herida. Ojalá pudiera ver lo grande que es. Todavía no puedo creer que no me haya dolido en absoluto. Shane envuelve con cuidado la herida y la venda con cinta adhesiva. Una vez que termina, intenta levantarse nuevamente, pero extiendo mi mano y lo detengo. No sé qué me pasa. Siento que ya no tengo inhibiciones y que simplemente actúo por instinto.

Nuestras miradas se miran y tomo una decisión en una fracción de segundo.

"Morgan-"

Antes de que pueda terminar lo que está a punto de decir, me inclino y beso sus suaves labios. Siento su grito de sorpresa, pero en medio segundo responde. Él gruñe y me acerca a él. Shane me devuelve el beso y se siente tan bien. Sus labios son suaves y no pasa mucho tiempo antes de que introduzca su lengua en mi boca.

Gimo en su boca y amo la forma en que se siente su lengua contra la mía. Sabe a bosque, menta y limón. Su olor confunde mis sentidos. Shane huele fresco pero también le gusta el bosque.

Me empuja sobre la cama y se sube encima de mí.

"¿Está bien, cariño?" Pregunta, empujando la parte inferior de su cuerpo hacia la mía. Sus ojos están oscuros de placer, y eso sólo me hace estar más seguro de lo que estamos a punto de hacer.

“Sí, por favor”, respondo, incluso asintiendo con entusiasmo.

Probablemente debería avergonzarme de lo dispuesto que estoy, pero en este momento no me importa. Shane se quita lentamente la camisa y yo estudio con avidez su cuerpo. Se siente bien no estar luchando contra mi atracción por él. Me arranco el vestido y lo único que me queda es mi ropa interior blanca.

"Oh, Morgan, eres absolutamente impresionante", dice Shane, sus ojos recorriendo mi cuerpo. “Te amo vestida de blanco. Se ve increíble contra tu piel”.

Sus palabras hacen que mis mejillas se calienten y mi ropa interior se moja con mi necesidad por él.

"Shane, por favor".

Me sonríe seductoramente y se desabrocha los pantalones. Se levanta y se quita los zapatos. ¿Va lento a propósito? Para hacerlo ir más rápido, me quito el sostén. Me río cuando los ojos de Shane se salen de su cabeza mientras estudia mis pechos. Esto hace que se quite la ropa más rápido. Cuando se une a mí en la cama, solo está en ropa interior.

Shane presiona su duro cuerpo contra mi suave cuerpo y la sensación es eufórica. Se inclina y besa mi cuello.

"¿Puedo marcarte como mía, bebé?" Shane me susurra al oído y luego continúa dejando suaves besos en mi cuello. Maldita sea, esto se siente tan bien.

"Pensé que ya habías hecho eso", murmuro.

“No cariño, quiero dejar una pequeña marca en el otro lado de tu cuello. Tendré mucho cuidado de no romper la piel. ¿Está bien? él pide.

Asiento sin pensar. Estaré de acuerdo con cualquier cosa en este punto sobre cómo se sienten sus labios en mi cuerpo. Shane chupa suavemente mi cuello mientras su otra mano recorre mi cuerpo. Toca mi pecho, frotando suavemente mi pezón.

“Oh, Shane. Más”, le ruego.

Después de estar satisfecho con la segunda marca que deja en mi cuello, desciende por mi cuerpo. Shane lame mis pechos, lamiendo la piel alrededor de mi duro cogollo. Al otro le da la misma atención y me tiene gritando en cuestión de minutos. Shane coloca suavemente su mano sobre mi boca.

“Cariño, tienes que estar callada. Alguien va a escucharte”, Shane se ríe.

Oh sí. Olvidé que aquí también vivían otras personas. Olvidé que otras personas vivían en esta Tierra.

Shane baja y besa mi ombligo, haciéndome reír.

"¿Puedo quitarte la ropa interior?" Me pregunta, sus ojos mirándome intensamente.

"¡Sí, por favor!"

Shane me quita la ropa interior blanca y la tira al suelo. Me mira fijamente con una expresión de asombro en su rostro.

"Oh, cariño, eres tan bonita", dice Shane.

"Por favor, tócame", le ruego. Él cede a mis demandas e inserta un dedo largo dentro de mí.

Gimo, echando la cabeza hacia atrás sobre la almohada. Su dedo se siente tan bien dentro de mí, tan bien como cuando me mordió.

"Estás tan apretado y mojado", susurra Shane mientras se concentra en su tarea.

Siento que algo se acumula dentro de mí y comienza abajo en mi estómago.

"¿Puedo agregar otro dedo?" pregunta en un susurro tenso. Puedo sentirme al borde de algo grandioso, así que doy mi consentimiento rápidamente.

"¡Sí, Shane!"

Él lo hace y comienza a frotar mi pequeño y duro bulto, y es como si todo mi mundo explotara. Me subo a sus dedos y susurro su nombre. Maldita sea, eso se siente incluso mejor que su mordisco, seguro. Mi mente se siente clara y es como si pudiera verlo todo. Nunca me sentí de esta manera antes.

"Más", le digo.

"Oh, cariño, eres tan codiciosa", me dice. Luego, desliza los dedos que estaban dentro de mí dentro de su boca. Santa mierda. Este hombre está lleno de atractivo sexual.

“¿Te gustaría consumar ser mi pareja?” Shane me pregunta, mirándome seriamente por debajo de sus pestañas.

Dudo por primera vez. ¿Estoy listo? ¿Estoy lista para acostarme con este hombre que apenas conozco? Ahora creo que somos compañeros destinados, sea lo que sea que eso signifique, pero ¿debería darle todo a él? Shane nota mi pausa y me sonríe suavemente.

“No hay prisa”, dice, y coloca suavemente un mechón de cabello alrededor de mi oreja. "Tenemos mucho tiempo".

Se ve tan sincero y guapo. En ese momento sé que lo quiero. Lo quiero más que a nada en este momento. ¿No es entonces cuando sabes que es el momento adecuado? Cuando quieres a alguien más que comida o agua, más que nada.

Agarro su rostro en respuesta y lo llevo de regreso a mis labios. Nos besamos con más fuerza que antes. Nuestras lenguas bailan juntas y sus manos están en mi cabello. Agarro su polla a través de su ropa interior. Me sorprende descubrir lo difícil que es. Me sorprende aún más lo largo y grande que es. Le bajo la ropa interior lo más que puedo y él se la quita por completo.

Lo agarro de nuevo, amando lo caliente que está alrededor de mi mano. Lo bombeo arriba y abajo. Shane cierra los ojos y deja escapar un gruñido animal.

"Morgan, maldita sea, tu mano se siente tan bien a mi alrededor".

Aprieto mi agarre y lo bombeo más rápido. Utilizo mi pulgar para masajear la humedad alrededor de la cabeza.

“Shane, te quiero. Quiero que te acuestes conmigo —le digo, mirando profundamente sus hermosos ojos.

"¿Está seguro?" Los músculos de sus hombros están tensos mientras se sostiene sobre mí.

“Sí, reclámame como tu compañero. Por favor, Shane, hazme sentir bien otra vez. Quiero sentir como lo hice cuando tenías tus dedos dentro de mí. Por favor, Shane”, estoy balbuceando, pero no me importa. Lo único que me importa es tenerlo dentro de mí.

"Está bien, esto podría doler", me advierte amablemente.

Se alinea y, con sus ojos en los míos, se desliza lentamente dentro de mí. Gemimos al unísono ante el sentimiento. Me estira y me duele un poco, pero sobre todo se siente increíble. Cuando él está completamente dentro de mí, me siento plena y completa.

"¿Puedo moverme?" Pregunta, estudiándome cuidadosamente.

"Sí."

Comienza a empujar lentamente dentro de él y mis dedos se curvan. Ni siquiera puedo pensar con claridad. Se inclina y captura mis labios, besándome suavemente.

“Bebé, te sientes tan bien. Estoy tan feliz de que seas mi compañero. Me siento muy afortunado”, afirma.

Juega con la protuberancia dura encima de donde está entrando en mí, y puedo sentir que me acerco a ese sentimiento de euforia nuevamente.

"Shane, estoy cerca", le digo.

"Yo también, cariño."

Me besa de nuevo y toma mi mano. Terminamos juntos, ambos gimiendo el nombre del otro. Se desploma encima de mí y me encanta la sensación de su cuerpo. Me estremezco ligeramente cuando él se retira.

"Lo siento", dice, y se acurruca cerca de mí.

“No te arrepientas, eso fue…” Ni siquiera tengo palabras para lo que acabo de experimentar.

"Lo sé. Para mí también, cariño”, me dice y me besa la frente.

Siento que me estoy quedando dormido, así que cierro los ojos, permitiendo que mi cuerpo se relaje por completo con la sensación de sus brazos rodeándome. Por primera vez en mucho tiempo me siento segura.