Share

Capítulo 100

Mientras que en el exterior las aguas revueltas y los cielos se agitaban, dentro de la oficina del jefe de policía de la comisaría, todo estaba tranquilo.

—Jefe Ignacio, ¿qué pasó? ¿Aceptó el chico o no?

Cobras apenas se había sentado cuando preguntó con impaciencia.

—Si acepta o no, eso no importa. Al final, cualquiera que caiga en mis manos acabará sometiéndose.

Ignacio daba caladas a su puro, aparentando indiferencia.

—Con el jefe Ignacio a cargo, no hay duda alguna. Pero mejor que actuemos rápido; en la noche hay tiempo para muchas cosas —comentó Cobras.

—¿Ahora me estás diciendo cómo debo hacer mi trabajo?

Ignacio lo miró con frialdad.

—No, no, me preocupa que el joven tenga respaldo y si no lo solucionamos rápido, podríamos tener problemas.

Cobras se apresuró a responder con una sonrisa conciliatoria.

—¿Qué problemas podría haber? Estoy simplemente haciendo mi trabajo; además, ¿quién podría amenazarme en mi propio territorio? —Ignacio declaró con aire de suficiencia.

—Exacto, exa
Locked Chapter
Continue to read this book on the APP

Related chapters

Latest chapter

DMCA.com Protection Status