—¡Hermano mayor! ¡Continúa!Un discípulo de la Facción Espiritista, con toda su fuerza, lanzó una lanza larga forjada en acero fino.Con la lanza en mano, Aníbal se transformó completamente.Afilada, puntiaguda, llena de dominio.Aníbal es famoso por su habilidad con la lanza, su profunda pericia combinada con la lanza le ha permitido dominar el mundo de las artes marciales durante años, siempre sin encontrar rival.Hoy, va a utilizar su técnica más famosa para volver a intimidar al mundo entero.—¡Muchacho! En estos años, pocas personas me han obligado a usar la lanza, tú eres uno de ellos. Hoy, morir bajo mi lanza debería ser un orgullo para ti.Aníbal, con un rostro feroz, y entre palabras, impulsó bruscamente la lanza, disparándola como una flecha liberada de su cuerda.Al mismo tiempo, Aníbal avanzó rápidamente, alcanzando la lanza y, con un giro brusco.En un instante, Aníbal y su lanza se convirtieron en un torrente oscuro que se desató con un rugido.Por donde pasaba el torrent

El sonido no era fuerte, pero eclipsaba el bullicio de la sala, una presión invisible que silenciaba a la multitud con su resonancia.Siguiendo la dirección del sonido, se veía a un hombre corpulento con una barba blanca, avanzando con paso firme y cabeza erguida.El anciano vestía una túnica negra, de aspecto robusto y mirada penetrante.Vientos vigorosos lo rodeaban, haciendo ondear su túnica con un susurro constante.Aunque no desplegaba una fuerza descomunal, su presencia era tan sólida y autoritaria como una montaña imponente.Sin necesidad de gestos, su sola aparición capturaba todas las miradas, destacando sobre los demás.Este hombre era el líder de la Facción Espiritista, ¡Roberto!—¡Madre mía! ¡El Sr. Roberto ha venido en verdad, ahora sí que se avecina un gran problema!—Este muchacho es extremadamente arrogante, atreviéndose a desafiar al Sr. Roberto. ¡Ahora finalmente le ha llegado la gran desgracia!—¿Por qué tiene que mostrar su poder? ¿No sería mejor mantener un perfil

—¡Anciano! ¡Ellos están aquí, mis hombres los vieron entrar!En ese momento, acompañado por un estruendo.Un grupo de la brigada de la "Federación del Camino Marcial" irrumpió majestuosamente en el campo de práctica marcial.Al frente, el Anciano de negro de la "Federación del Camino Marcial".A su lado, un hombre con la nariz morada y la cara hinchada.Era el capitán del escuadrón de la brigada que Pedro había herido antes.—¡Estamos en problemas! ¡La brigada de la "Federación del Camino Marcial" ha venido a buscarnos! —Greta lo vio y de inmediato cambió de expresión, colocándose frente a Pedro.— Sr. Pedro, vienen por ti, corre, yo te cubro!Anteriormente, Pedro le había salvado la vida, ahora era su turno de devolver el favor.—¡Greta! ¿Qué haces? La "Federación del Camino Marcial" tiene muchos hombres y mucho poder, ¡mejor nos escondemos y evitamos problemas! —Rufino se asustó directamente.Aunque tenía algo de confianza, aún no estaba tan arrogante como para enfrentarse a toda la "

El capitán del equipo de aplicación de la ley, como si despertara de un sueño, corrió tembloroso y luego se arrodilló con fuerza en el suelo:—¡Sr. Pedro! No vi lo que estaba delante de mí, le ruego que no se moleste con alguien insignificante como yo, ¡perdóneme esta vez!Diciendo esto, golpeó su cabeza en el suelo repetidamente, humilde como un perro, sin ningún rastro de dignidad.—¡Ustedes, inútiles! ¿Qué demonios están haciendo?!De repente, un grito furioso como un trueno estalló de la nada.Al mismo tiempo, Samuel, acompañado por un grupo de altos rangos de la Federación del Camino Marcial, avanzó majestuosamente hacia el campo de entrenamiento.Al ver al capitán del equipo de aplicación de la ley arrodillado y al anciano de negro inclinando la cabeza servilmente, la expresión de Samuel se oscureció instantáneamente.—¡Una banda de inútiles! ¡Han arruinado completamente la reputación de nuestra federación del camino marcial!Diciendo esto, Samuel avanzó rápidamente y comenzó a g

—¿Quién eres tú para entrometerte así?— Samuel frunció el ceño con severidad.—Soy discípulo de Puerta de Basalto, simplemente no puedo tolerar tus acciones.Hilda, con voz firme y justa, declaró:—La Federación del Camino Marcial debería practicar la equidad y la justicia. El Sr. Pedro desafió formalmente y ustedes de la Federación aceptaron abiertamente el desafío. Ahora, qué conveniente, Ricardo ni siquiera ha aparecido y tú tomas decisiones unilateralmente, intentando eliminar al Sr. Pedro. ¿Dónde queda la honradez y la dignidad de la Federación del Camino Marcial?—¡Exacto! Si van a luchar, que sea una batalla justa. ¿De qué sirve el abuso de superioridad numérica?—El Sr. Pedro ha venido solo al desafío, mostrando respeto por la Federación del Camino Marcial, que a su vez debería recibirlo con la misma cortesía. Una batalla en el coliseo es la única forma de ganar respeto de todos.—Me pregunto si es que tienen miedo. ¿Temen que el Sr. Pedro amenace la posición de Ricardo y por e