Punto de vista de MíaFue algo desgarrador luchar contra los dientes y las garras de alguien que alguna vez fue tu mejor amigo. Vi la mirada en los ojos de Kaya justo antes de que ella me atacara, volviéndose rojos con una sed de sangre que ni siquiera yo podía controlar.Sabía que mi sangre tenía el mismo efecto en ella que todos los demás vampiros. Era una especie de deseo primario de simplemente darse un festín. Aunque mi sangre no me olía así, si algo decía la evidencia de los acontecimientos a lo largo de mi vida era eso.Sus mandíbulas hicieron un fuerte chasquido cuando las cerró a sólo unos centímetros de la piel de mi cuello. Logré levantar mi pierna a tiempo para atraparla en el torso. Fue empujada hacia atrás por un momento, un suspiro la abandonó antes de darse cuenta de que ya no necesitaba aire para respirar.Fue una locura. Ver a Kaya aceptar ser un vampiro y que me atacara como si hubiera sido uno toda su vida fue algo que me resultó difícil de compr

Punto de vista de SolSerin, Sarah y yo regresamos al interior de la casa. Hacía mucho más frío de lo que estábamos acostumbrados. A pesar de que el aire no tenía ningún efecto físico sobre mí, aun así me moví para encender el fuego, sabiendo que Sarah y Mia apreciarían el calor.La noche era más fría de lo habitual. La temporada fue más fría que en los meses anteriores."¿Estas bien?" Escuché a Serin preguntarle a su esposa y vi cómo le cubría los hombros con una manta. Estaba temblando ligeramente por el frío exterior en el que había estado durante tanto tiempo. Una parte de mí quería volver con Mia y traerla adentro, pero sabía que ella no querría dejar el lado de su amiga tan rápido y por última vez."Haré un poco de té", le ofrecí a la mujer humana frente a mí. Ella me dio una sonrisa de agradecimiento. Tenía los ojos inyectados en sangre y llorosos. Ella también era amiga de Kaya.Supuse que nunca fue fácil para los humanos perder a alguien a quien amaban

Punto de vista de MíaMe desperté con cadenas a mi alrededor; no, no cadenas, sino cuerdas. Una cuerda dura y gruesa rozó la suave piel de mis muñecas. Se sentían en carne viva y magullados por la forma en que los habían atado.Parpadeé y abrí los ojos. La luz de la lámpara brillante a mi lado iluminó toda el área y al mismo tiempo proyectó una sombra espeluznante. No había nadie a mi alrededor. Podía escuchar el leve goteo de las tuberías con fugas, pero no se escuchó ningún otro sonido.De repente, unos pasos resonaron en el duro cemento del suelo. Estaba atado por mis muñecas y tobillos. No pude ver quién se acercaba a mí por detrás, pero no tuve que esperar mucho para darme cuenta.El rostro de Kyrin Montgomery apareció frente al mío. Su expresión era amplia y cínica. Hablando de todas las cosas malas que estaban por venir, me miró con los ojos rojos y llameantes. Un grito ahogado me dejó mientras intentaba apartar la mirada. Intenté liberarme, pero no pude.